domingo, 10 de junio de 2012

MIS CHICUELOS DE VERDAD SABEN LO QUIEREN?...

LA PLANEACION DE VIDA Y CARRERA

Tener un plan de vida y carrera es fundamental porque denota el liderazgo de la persona y su voluntad de hacer que las cosas sucedan. El inicio de la vida profesional implica una serie de acontecimientos trascendentes: nuevas responsabilidades, viajes, cambio de residencia, independencia económica de los padres, matrimonio.

“La planeación de vida y carrera es la actitud, arte y disciplina de

conocerse a sí mismo, de detectar las fuerzas y debilidades y de proyectar autodirigiendo el propio destino hacia el funcionamiento pleno de las capacidades, motivaciones y objetivos de la vida personal, familiar, social y de trabajo".Suceden tantas cosas importantes que es necesario invertir tiempo en planear la vida. Después de todo, si lo hacemos para tomar unas simples vacaciones, ¿por qué no lo haríamos para planear toda una vida?
Diseñar un PVC implica reflexionar, definir y poner por escrito tus metas personales en una visión de cinco años, para las siguientes cuatro áreas:
  • Espiritual
  • Laboral
  • Familiar
  • Salud
En este propósito, debes pasar por dos grandes facetas: la primera supone inventar y construir el futuro en tu imaginación, y la segunda tiene que ver con hacerlo realidad a través de metas específicas y un plan de acción.
Conocerse mejor
• Entrenarse en la toma de decisiones
• Obtener seguridad en sí mismo
• Ampliar sus horizontes
• Organizar sus actividades
• Comprender la importancia de la
planeación
• Evaluar sus posibilidades como
profesional y como persona
• Dirigir sus acciones propositivamente hacia un objetivo.
Por lo tanto es altamente recomendable capacitar a los tutores para acompañar al alumno durante la
Los objetivos de esta propuesta son:
Contribuir a formar alumnos con metas personales y profesionales bien definidas a partir del trabajo tutorial,
impulsándolos a realizar una planeación de vida y carrera. Impulsar la formación de los tutores respecto a la planeación de vida y carrera, para apoyar el desarrollo de sus actividades y ograr la formación integral de los estudiantes.

La propuesta planteada se basa en que el principal obstáculo para que las cosas no salgan como las deseamos, en todos los ámbitos es la falta de un plan bien elaborado que comprenda objetivos y el diseño de acciones bien definidas para alcanzarlos.
La planeación de vida y carrera debe ser realizada por el estudiante y los
tutores únicamente participaremos como guías, facilitando la integración y
reflexión sobre los aspectos que lo requieran, así como esforzándonos por
despertar y conservar su interés y entusiasmo en esta tarea.
 



realización de la planeación de vida y carrera, proporcionándoles además materiales y asesoría en
los inicios de esta actividad.

DESARROLLO DE LA PLANEACIÓN DE VIDA Y CARRERA
El estudiante deberá:
1 1. Identificar y describir los objetivos de su vida, tomando en cuenta que podrá realizar los cambios que desee.
2. Inventar e imaginar el futuro que desea para él y fijar objetivos, analizando y tomando en cuenta sus capacidades, potencialidades y deseos lograr lo que planea.
3. Traducir a metas tangibles y cuantificables sus objetivos para que sirvan como índices que le permitan evaluar sus logros.

4. Iniciar la elaboración del plan de acción planteando el primer objetivo y las metas, periodos y acciones para alcanzarlo paso a paso. A continuación se define el segundo objetivo y se sigue el mismo procedimiento hasta concluir todos los objetivos del plan. El tiempo dedicado a cada
actividad no debe implicar tener que renunciar a mantenerse vital y a gozar de la vida.
5. Es deseable revisar el seguimiento del plan cada quincena o mes, por qué esto permite continuar en el rumbo correcto, si se logra establecer este hábito será un gran logro en la vida del estudiante y le permitirá no desviarse de sus metas.

Los principios básicos para la planeación de vida y carrera, queno deben perder de vista el tutor y el tutorado son:
El crecimiento personal implica un continuo aprendizaje a través de la experiencia.
Para iniciar el desarrollo personal debe ensayarse proponiendo metas a corto plazo.
A veces los mecanismos de defensa impiden los cambios y el crecimiento.


La realización de la planeación de
vida y carrera permite al estudiante:

chicuelos y chucuelas AGUAS con estas enfermedades

LAS ENFERMEDADES VENEREAS: EL HERPES Y EL SIDA


Desde el principio de la humanidad, muchos microbios y gérmenes encontraron en nuestros organismos las condiciones ideales para vivir, unos lo hacen de forma amistosa, sin causar ningún daño, otros nos colaboran de diferentes maneras llegando inclusive a ser indispensables en nuestras vidas. Sin embargo, existen otros que son agresivos y provocan molestias que en algunos casos atentan contra nuestras vidas, varios de esos microbios tienen preferencia por las mucosas y regiones genitales, siendo imposible en algunos casos que puedan sobrevivir fuera de esos ambientes.
El conjunto de esas enfermedades que afectan los órganos sexuales son conocidas popularmente como "Enfermedades venéreas" y están con el ser humano acompañando su propia historia.
 

HERPES (ORAL Y GENITAL)


Causa
El herpes es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes en los EE.UU. Es una infección causada por dos virus diferentes pero estrechamente relacionados. Ambos son muy fáciles de contraer, tienen síntomas similares y pueden ocurrir en diferentes partes del cuerpo. Cuando la infección está en la boca, se la llama herpes oral. Cuando está en o cerca de los órganos sexuales, se la llama herpes genital.

El contacto directo de piel con piel puede transmitir el herpes. Esto incluye tocar, besar y el contacto sexual (vaginal, anal y oral). Las partes húmedas de la boca, la garganta, el ano, la vulva, la vagina y los ojos se infectan muy fácilmente. La piel puede infectarse si está cortada, irritada, quemada, con salpullido o con otras lastimaduras. El herpes pueden pasarse de una persona a otra, o de una parte del cuerpo propio a otra. Si una persona tiene llagas bucales de un resfriado, puede transmitir el virus durante el sexo oral y causar herpes genital. El herpes se propaga más fácilmente cuando hay llagas abiertas. También puede transmitirse antes de que se lleguen a formar las ampollas. Se propaga menos fácilmente cuando las llagas han sanado, las costras se han caído y la piel ha vuelto a la normalidad. Es muy improbable que el herpes se transmita a través de asientos de inodoro, piscinas, bañeras, piscinas de hidromasaje o toallas húmedas. Una madre infectada puede pasarle el virus a su bebé durante o después del parto.

Síntomas
El herpes oral generalmente aparece en los labios o dentro de la boca, en la forma de llagas de resfriado (ampollas pequeñas). El herpes oral puede transmitirse a través del contacto, por ejemplo, al dar besos o durante el sexo oral. Es suficiente que haya contacto directo por un período de tiempo breve para que el virus se transmita. Las llagas de resfriado son comunes en los niños pequeños. El herpes oral en las personas adultas es generalmente sólo una reactivación de una infección de la niñez. Las llagas de resfriado son molestas pero inofensivas en niños y adultos, pero pueden ser peligrosas para un recién nacido. Muchas veces, el herpes genital no causa ningún síntoma. Muchas personas llevan el virus en el cuerpo pero los síntomas no aparecen por primera vez hasta que un individuo se infecta nuevamente. Cuando se tienen síntomas, éstos pueden empezar de 2 a 20 días después de que el virus ha entrado en el cuerpo o pueden tardar más tiempo. La primera aparición de síntomas durante la primera infección de herpes genital se llama "herpes" primario. Al principio se puede tener una sensación de hormigueo o picor en el área genital. Puede haber secreciones vaginales, sensación de presión en el abdomen y dolor en las nalgas, piernas y el área de la ingle. En el área cercana al lugar por donde el virus entró al cuerpo aparecen pequeñas protuberancias rojas - en los labios vaginales, el clítoris, la vagina, la vulva, el cuello uterino, el ano, los muslos o las nalgas. Estas protuberancias se convierten en ampollas o llagas abiertas. Entre 24 y 72 horas después de que aparecen las pequeñas ampollas, éstas pueden reventarse y dejar lastimaduras dolorosas. Estas lastimaduras pueden infectarse. Otros síntomas del herpes primario pueden incluir:

  • Picor
  • Ardor, sensación de dolor si la orina pasa por encima de las llagas
  • Incapacidad de orinar si hay hinchazón porque hay muchas llagas
  • Secreciones vaginales con sangre
  • Ganglios linfáticos hinchados y sensibles a tacto en la ingle, garganta y debajo de los brazos (la hinchazón puede durar hasta 6 semanas)
  • Dolores musculares
  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Náusea
  • Sensación de decaimiento
  • Sentirse dolorido, como con gripe
Los síntomas generalmente desaparecen dentro de las 3 semanas o aun más rápidamente si te tratan con medicación. Normalmente aparece una costra sobre las llagas y éstas sanan sin dejar cicatriz. Pero aun después que desaparecen, el virus queda en el cuerpo. Puede reactivarse y volver a causar llagas días o años después. Por lo general los síntomas son peores durante el herpes primario y se vuelven más leves con cada nueva reactivación del herpes.

Tratamiento   
El herpes genital no se puede curar, sin embargo, el tratamiento puede mejorar los síntomas. Los medicamentos disminuyen rápidamente el dolor y la molestia asociados con un brote y también pueden acortar el tiempo de curación.
En la actualidad se prescriben cuatro agentes orales que incluyen acyclovir (Zovirax), famciclovir (Famvir), penciclovir (Denavir) y valaciclovir (Valtrex).

Se ha demostrado que estos medicamentos aceleran la curación y la resolución de los síntomas más en el primero que en los episodios recurrentes de infecciones genitales con VHS-1 y VHS-2; sin embargo, estos medicamentos no curan la infección con herpes sino que suprimen los síntomas.

Se puede utilizar terapia supresiva diaria si es necesario y se ha demostrado que reduce la frecuencia de recurrencia entre pacientes con herpes genital frecuente.
Para un beneficio máximo durante las recurrencias se debe iniciar la terapia tan pronto como el hormigueo, ardor, o prurito comienzan o tan pronto como se descubren las ampollas. Entre los posibles efectos secundarios de estos medicamentos están: náuseas y vómitos, prurito, dolor de cabeza, fatiga, temblor y en muy raras ocasiones convulsiones.
En algunas ocasiones, se requiere aciclovir intravenoso para infecciones severas con herpes que comprometen a menudo el cerebro, ojos y pulmones. Estas complicaciones se desarrollan típicamente en individuos inmunocomprometidos.

       
EL SIDA

Causas
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) causa el SIDA. Este virus ataca al sistema inmune y deja al organismo vulnerable a una gran variedad de enfermedades y cánceres potencialmente mortales. Las bacterias, levaduras, parásitos y virus que generalmente no provocan enfermedades serias en personas con un sistema inmunológico que funciona normalmente pueden provocar enfermedades mortales en las personas con SIDA.
Se ha encontrado el VIH en saliva, lágrimas, tejido del sistema nervioso, sangre, semen (incluido el líquido preseminal), flujo vaginal y leche materna. Sin embargo, sólo se ha comprobado el contagio a otras personas a través de sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna.
La transmisión del virus ocurre:
  • Durante el contacto sexual, ya sea oral, vaginal o anal.
  • Por vía sanguínea, mediante transfusiones (en la actualidad muy poco común en los Estados Unidos) o al compartir agujas.
  • De la madre al niño. Una mujer embarazada puede transmitir el virus a su feto a través de compartir la circulación de la sangre o una madre lactante puede transmitirlo a su bebé por la leche.
Hay otros métodos de transmisión menos comunes como una lesión accidental con una aguja, inseminación artificial por un semen donado y a través de un órgano donado. La infección por VIH no se propaga por contacto casual como un abrazo, por tocar cosas que han sido tocadas con anterioridad por una persona infectada con el virus, ni durante la participación en deportes ni por mosquitos.

Síntomas   
Los síntomas del SIDA son principalmente el resultado de infecciones que normalmente no se desarrollan en personas con un sistema inmunológico sano. Estas se llaman "infecciones oportunistas".

El VIH destruye el sistema inmunológico de los pacientes con SIDA y son muy susceptibles a dichas infecciones oportunistas. Los síntomas comunes son fiebre, sudoración (particularmente en la noche), glándulas inflamadas, escalofríos, debilidad y pérdida de peso.

Tratamiento   
Hasta este momento, no existe cura para el SIDA. Sin embargo, se encuentran disponibles varios tratamientos que pueden retardar la evolución de la enfermedad por muchos años y mejorar la calidad de vida de aquellas que han desarrollado síntomas.
La terapia antiviral suprime la replicación del virus VIH en el organismo. Una combinación de varios agentes antiretrovirales, conocida como Terapia Anti-Retroviral Altamente Activa (HAART, por sus siglas en inglés), ha sido muy efectiva en reducir el número de partículas de VIH en el torrente sanguíneo (medidas con un examen llamado carga viral), lo que puede ayudar al sistema inmune a recuperarse durante un tiempo y a mejorar los recuentos de células T.
A pesar de que ésta no es una cura para el VIH y las personas bajo tratadas con HAART con niveles reducidos de VIH aún pueden transmitir el virus a los demás por las relaciones sexuales o el uso compartido de agujas, el tratamiento es muy promisorio.
  

Las ETS en la adolescencia

Las enfermedades de transmisión sexual o enfermedades venéreas son bastante frecuentes en el adolescente y adulto joven por las siguientes razones:

  Los adolescentes están teniendo relaciones sexuales cada vez con mayor precocidad.
  Tiene una tendencia a cambiar de pareja con mucha frecuencia.
  Generalmente no usan preservativos o espermicidas que los protegen.
  Muchas veces están contagiados y no tiene síntomas, lo que los hace portadores asintomáticos de la enfermedad.
Además, por desgracia algunos jóvenes, no consultan a médico; por temor o vergüenza o ignorancia, buscando ellos mismos su propio tratamiento, lo que obviamente casi nunca es eficaz.
Es importante prevenir estas enfermedades, con una responsable sexualidad, usando preservativos o espermicidas, asociados a una adecuada higiene genital y sexual.


Higiene
En muchos de estos casos, es fundamental o de gran ayuda mantener una higiene adecuada, respetando los siguientes consejos:

  • Evitar la ropa muy ajustada especialmente de nylon o fibra sintética.
  • Manténer las manos y uñas limpias.
  • Evitar una mala técnica de aseo: no lavar los genitales desde el ano hacia la vagina o pene.
  • Usar siempre una toalla personal para el aseo.
  • Evitar el uso de papel higiénico manteniéndolo en los genitales por mucho tiempo.
  • No retirar la ropa interior con los zapatos puesto, ya que es fuente de infección.
  • Después de las relaciones sexuales realizar un buen aseo genital.
Prevención
La única forma segura de prevenir las ETS es no teniendo relaciones sexuales. Si usted tiene relaciones sexuales, siempre corre el riesgo de contraer una ETS, si bien puede disminuir su riesgo teniendo relaciones sexuales monogámicas.
Otro modo de disminuir el riesgo de contagio es higienizar los genitales con agua y jabón y orinar pronto después de tener relaciones sexuales. Esto puede ayudar a eliminar algunos gérmenes con el lavado antes de que estos tengan la oportunidad de infectarlo.

Ahora bien, para prevenir algunas enfermedades de transmisión sexual realmente graves (HIV, etc.) se debe usar preservativos siempre que se está teniendo relaciones sexuales, inclusive sexo oral y sexo anal. Los preservativos femeninos no son tan efectivos como los masculinos pero deben usarse cuando el hombre no acepta usar un preservativo masculino.


LAS ETS
 Son las únicas enfermedades que se adquieren con placer, sin tomar en cuenta el posterior displacer y a veces graves consecuencias que acarrean a la salud ”.
    


DEBEMOS DE TENER MUCHO CUIDADO YA QUE TODOS ESTAMOS EXPUESTOS A CONTAGIARNOS CON UNA DE ESTAS O DE ALGUNAS DE LAS TANTAS ENFERMEDADES QUE HOY EN DIA EXISTEN.

NO ES VERDAD QUE SIN GORRITO NO HAY FIESTA

O J O

CHICUELOS HABLEMOS DE VERDADEROS TEMAS....

LA SEXUALIDAD Y SU ADAPTACION SOCIAL A LAS CIRCUNSTANCIAS SOCIALES



En la actualidad los adultos jóvenes se enfrentan con algunos conflictos sexuales suplementarios que vienen a ser una especie de reacción antagónica del lema "cualquier cosa vale" de las décadas de 1960 y1970. Por ejemplo, si bien en los últimos treinta años se ha producido un cambio de actitud espectacular en lo que atañe a las relaciones sexuales prematrimoniales, la promiscuidad sexual sigue siendo objeto de reprobación más o menos larvada. Además, si bien la mayoría de los solteros, hombres y mujeres, estiman que no es necesario querer a la pareja de turno para tener relaciones sexuales placenteras, se empieza a observar un desencanto creciente en lo que concierne al sexo fortuito o accidental y a los amores de una noche.
    
Despertar al amor
Aunque para ti sigan siendo unos niños, tus hijos de 12 y 13 años ya están entrando a la adolescencia y empezando a descubrir sensaciones cuyo origen y significado debes explicarles tú misma, si es que quieres que aprendan a manejarlas de una manera saludable y positiva. No es una tarea sencilla, pero tampoco imposible, si es que te dejas orientar.

Animados por las imágenes de amor y placer intensos que suelen mostrarles las series de televisión y las películas de cine, muchos jóvenes se entregan excesivamente ilusionados a la actividad sexual
El mismo consejo es válido si descubres que tus hijos ya tuvieron su primera relación sexual. En tal caso, mucho más sano que detenerte en sanciones, es orientarlos de la forma más clara posible en el uso de anticonceptivos y del condón, y acostumbrar a tus hijas a visitar al ginecólogo por lo menos una vez al año.

LA SEXUALIDAD DEL ADOLESCENTE Y DEL JOVEN
 EL PERIODO DE LA ADOLESCENCIA


Comprende de los 12 a los 19 años, es una época de rápidos cambios y difíciles empresas. El desarrollo físico es sólo una parte de este proceso, porque los adolescentes afrontan una amplia gama de requerimientos psicosociales: independización de los padres, consolidación de las cualidades necesarias para relacionarse con los compañeros de la misma edad, incorporación de una serie de principios éticos aplicables a la realidad práctica, fomento de las capacidades intelectuales y adquisición de una responsabilidad social e individual básica, por nombrar sólo algunos. Pero a la vez que el adolescente se encara con tan compleja sucesión de dificultades concernientes a su evolución conjunta como ser humano, debe dirimir su sexualidad aprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales, escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera de identificar el amor y asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca un embarazo no deseado. No es extraño que en ocasiones el adolescente sea víctima de conflictos, sufrimiento y desconcierto.


Por otro lado, la adolescencia también es una etapa de hallazgo y eclosión; una época en que la maduración intelectual y emocional corre paralela con el desarrollo físico y genera una libertad y un creciente apasionamiento vital. La adolescencia no es únicamente un periodo de turbulencia y agitación, como quieren las concepciones tradicionales, sino que, a la vez, suele ser una fase de goce y felicidad que marca el tránsito agitado y tumultuoso al estado adulto (Offer y Offer, 1975). La naturaleza paradójica de la adolescencia se patentiza sobre todo en la esfera de la sexualidad.
Aspectos psicosexuales de la adolescencia.


Fantasías sexuales
Los sueños y las fantasías sexuales se tornan más frecuentes y explícitos en la adolescencia, muchas veces como elemento auxiliar de la masturbación. Parece ser que la fantasía, en el marco de la adolescencia, cumple varios cometidos: realza por lo general el placer de la actividad sexual; puede sustituir a una experiencia real (pero inasequible); origina excitación o provoca el orgasmo; constituye una especie de plataforma de ensayo mental de cara a ulteriores situaciones sexuales (aumentando la tranquilidad y anticipándose a posibles problemas, igual que ocurre con el ensayo de cualquier otra actividad) y, en fin, supone un medio de experimentación sexual sin riesgos, controlable y nada conmocionante. La experiencia del adolescente, en cuanto a la exploración del alcance y aplicabilidad de las fantasías, repercute decididamente en su actividad sexual y en la propia seguridad a la hora de desempeñarse sexualmente en fases posteriores.
     

Independencia
A medida que el adolescente pugna por consolidar un sentido de identidad e independencia personal con respecto a sus padres y a otras figuras autoritarias, adquieren gran importancia las relaciones recíprocas con los compañeros y compañeras de la misma o parecida edad. Así, por ejemplo, la necesidad de libertad que experimenta el adolescente se acompaña normalmente del imperativo de ser como sus amigos, por más que en ocasiones ambas exigencias sean contrapuestas o antagónicas.

Las presiones del grupo de edad a que pertenece el adolescente varían según las colectividades sociales.
En su ansia por liberarse de la supervisión de los padres y de los adultos, algunos adolescentes ven en el sexo un medio de demostrar su aptitud para tomar decisiones propias y de presentar cara a la escala de valores de la otra generación. Pero la conquista de esa libertad no es tarea fácil, ya que los adolescentes adquieren de un modo y otro un considerable legado sexual de sus mayores y de la generación correspondiente en el que se incluyen pautas discriminatorias hacia el sexo femenino y un intenso sentimiento de culpabilidad sexual. Han cambiado antes las actitudes que la conducta, puesto que hoy está muy extendida la idea de igualdad entre ambos sexos No obstante, perdura en ciertos aspectos el criterio de la superioridad del varón. Aún se espera que sea éste el que tome la iniciativa sexual, y si es la mujer la que lo hace, lo más probable es que se la tache de "atrevida" o "calentorra". Los adolescentes no se han desembarazado de todo vestigio de problemas sexuales, mala información y desconcierto en materia de sexualidad; más bien parece que hayan sustituido determinados problemas por otro contingente de dificultades.
Reacciones paternas
Muchos adultos dan la impresión de sentirse amenazados por las pautas del adolescente en esta materia y tratan de regularlas de manera ilógica, como lo demuestra el hecho de que se pretenda a veces suprimir la educación sexual en las escuelas ("les llenaría la cabeza de malas ideas"), restringir la información sobre métodos anticonceptivos ("que sigan teniendo miedo a quedar embarazadas"), censurar libros y películas o, sencillamente, fingir que la sexualidad del adolescente no existe en absoluto. Por fortuna, no todos los padres adoptan una visión tan negativa de la sexualidad juvenil y en algunos casos asumen posturas más liberales. También es importante constatar que la conducta sexual del adolescente puede crear inquietud en los progenitores. A muchos padres les preocupa que sus hijos adolescentes se vean atrapados en un embarazo involuntario, conscientes de que, aun cuando él o ella dispongan de medios anticonceptivos, quizá no los sepan utilizar eficazmente en el momento preciso. Los padres también se inquietan, y no sin motivo, de que sus hijos adolescentes puedan contraer una enfermedad venérea.
Pautas de conducta sexual.
                  
La masturbacion
Kinsey y colaboradores (1953) detectaron una marcada diferencia en cuanto a la incidencia de la masturbación en los varones y en las mujeres. No obstante, la tendencia actual indica un aumento de la masturbación en las muchachas adolescentes.
La masturbación cumple en los adolescentes varias funciones de importancia, como son el alivio de la tensión sexual, el constituir una forma inocua de experimentación sexual, la mejora de la autoconfianza en el desempeño sexual, el dominio de los impulsos sexuales, la mitigación de la soledad y una válvula de escape de la tensión y el estrés generales.
Las caricias (petting)
Kinsey y colaboradores lo definen como el contacto físico entre varones y mujeres con miras a lograr la excitación erótica sin realizar el coito. Recientemente, un estudio basado en entrevistas con estudiantes de ambos sexos de primer año de universidad, a los que se preguntó sobre sus experiencias sexuales en el instituto de secundaria, puso de manifiesto que el 82 % tuvo estimulación genital con su pareja, y que el 40% de las muchachas y el 50% de los chicos habían tenido orgasmos durante el petting (Kolodny, 1980).

El petting debe contemplarse a la luz de los cambios de actitud que hoy se observan en la conducta sexual del adolescente. Además de practicar buen número de actividades sexuales a edad más temprana que otras generaciones, muchos de los adolescentes de nuestros días han prescindido de la costumbre de "salir" o darse cita con compañeros o compañeras y de "entablar un noviazgo" formal, y se atienen a pautas de interacción social menos estructuradas.
     
El coito
La primera experiencia coital puede constituir un episodio de dicha, goce, intimidad y satisfacción o, por el contrario, originar inquietud, desengaño y culpa. Es un error deducir que los chicos y chicas que tienen su primera relación coital a edad más temprana son por ello mismo promiscuos, ya que muchos adolescentes jóvenes se limitan a realizar la experiencia con una misma compañera en cada ocasión. También debe tenerse en cuenta que no pocos adolescentes que ya no son vírgenes realizan el acto sexual con escasa frecuencia. En el caso de algunos muchachos, sobre todo los que "probaron" efectuar la cópula por el afán de experimentar, desvelado el misterio hallan menos intrigante y apetecible la relación sexual y pasan largos periodos sin hacer el amor o copulando de tarde en tarde, impulsados a veces por el deseo de encontrar "la persona adecuada". Los adolescentes que mantienen una relación amorosa que permanece desde hace tiempo, suelen realizar el coito con bastante regularidad.
En los últimos años se ha puesto de manifiesto que entre los adolescentes con experiencia sexual está emergiendo un contingente que se muestra desengañado, insatisfecho o turbado en lo que atañe a su vida sexual. En ocasiones se trata de muchachos o muchachas que esperaban tanto de esa primera experiencia que luego se sienten poco menos que frustados o estafados si la situación no resulta conmocionante. Otros padecen trastornos sexuales que les han impedido gozar del contacto íntimo. Un tercer contingente está constituido por adolescentes que en un principio gozan con la experiencia sexual, pero que pierden interés por ella cuando se dan cuenta de que la relación con el compañero o compañera tiene tan sólo una motivación sexual, o cuando se rompe el vínculo y una parte se siente utilizada o manipulada. Buena parte de esos optan por la continencia para salir del paso, en la confianza de que cuando sean mayores- o cuando den con la pareja adecuada- las cosas serán de otro modo. Por último están los que, siendo sexualmente activos, hallan escaso o nulo el placer en las relaciones íntimas.
Experiencia homosexual
Los estudios de Kinsey pusieron de manifiesto que muy frecuentemente los adolescentes varones habían tenido al menos una experiencia homosexual, en tanto que el porcentaje de experiencias lésbicas entre muchachas era muy inferior.
Conviene tener presente que un encuentro aislado entre dos adolescentes del mismo sexo o una pauta efímera de actividad homosexual no basta para afirmar que el individuo tenga una inclinación de este tipo. La mayor parte de los adolescentes que han tenido experiencias homosexuales no se ven como tales y, ya adultos, su conducta es heterosexual. Aun así, hay adolescentes que albergan sentimientos de culpa y se muestran ambivalentes respecto a su orientación sexual como consecuencia de un solo episodio de ese género, lo que les turba emocionalmente.

El adolescente que se inquieta ante la idea de ser homosexual reacciona de muy diversas formas. Los hay que evitan toda relación con individuos del mismo sexo a la vez que tratan de reforzar su identidad heterosexual saliendo con chicas y entregándose a contactos amorosos heterosexuales. Otros optan por evitar todo tipo de situaciones sexuales. Además, están los que se tienen por bisexuales, los que estiman que la excitación homosexual es una etapa transitoria que dejarán atrás, y, en fin, los adolescentes que recaban la ayuda de un profesional para salir de apuros.
Algunos adolescentes "sienten" de manera intuitiva que son homosexuales, o bien superan el desconcierto inicial acerca de su identidad sexual y asumen de forma positiva la homosexualidad. Estos últimos suelen consultar libros sobre el tema, buscan la compañía de otros homosexuales y aspiran a introducirse socialmente en la subcultura homosexual. Estas personas se enfrentan con algunas dificultades en virtud del concepto hoy vigente sobre la homosexualidad y no confiesan sus preferencias sexuales a la familia o a los amigos (lo que se conoce como coming out, es decir, "salir a la superficie") hasta más tarde, y eso suponiendo que decidan hacerlo.


¿Cómo ve la sociedad a los adolescentes?
Muchas de las características que se aprecian hoy en los adolescentes no son consecuencia de lo que ellos quieran ser o hacer, sino de etiquetas que la sociedad misma les ha puesto.
James Anthony, en su artículo “Las reacciones de los adultos ante los adolescentes y su comportamiento”, presenta cinco estereotipos de los adolescentes:
Objeto peligroso y en peligro
En todas las épocas se ha percibido la potencial peligrosidad de este período de transición. La imagen del “verdugo”, que persigue al adulto aterrorizado, llama la atención sobre la sorprendente transformación en la vida del individuo por la cual el adolescente débil y desvalido se convierte en una figura potente y amenazadora que atemoriza al adulto de quien antes dependía para su subsistencia y seguridad.
Por otra parte, el adulto toma la forma de la marcada inquietud por la seguridad del joven, y puede expresarse en medidas prácticas para protegerlo contra una exposición prematura a las tensiones físicas y emocionales del mundo adulto. Se protege legalmente al menor contra la explotación por parte de adultos sin escrúpulos; y aquél suele reaccionar ante esa protección considerándola “sobreprotección”, y viendo en las prohibiciones que le imponen modos de frustrar sus impulsos normales y necesarios. Percibe rápidamente la hostilidad que encubre tal solicitud, y a menudo reacciona ante el primero de los dos componentes de la ambivalencia adulta.

· Objeto sexual
A pesar que en la actualidad obtener información de sexualidad es tan fácil (periódicos, Internet, tv, revistas, etc.) parecería que las primeras manifestaciones del impulso sexual son pasadas por alto o catalogadas como “juegos de niños”, por lo cual no se les toma en serio.
Las respuestas varían según las familias. En algunas, la sucesión de acontecimientos de la pubertad es compartida del mismo modo que otros hechos, mientras que en otras se los silencia confinándolos a los ambientes privados del dormitorio y el baño.
Tres tipos de padres:
- Hay padres que ven en ese acontecimiento la consumación de su propio desarrollo psicosexual, que completa el ciclo de las generaciones.
- Hay otros que sienten una lasciva curiosidad por la tímida y titubeante sexualidad del novicio, y disfrutan vicariamente estimulando su aparición y burlándose de su incompetencia.
- Un tercer grupo de padres, sexualmente muy reprimidos, suele reaccionar con desolación y desagrado ante la menor manifestación de emociones eróticas.

· Individuo inadaptado

Hay crecientes evidencias antropológicas y sociológicas en el sentido de que la sociedad logra el tipo de adolescente que ellos esperan y se merecen, y esto se aplica también a quienes tienen contactos cotidianos con los adolescentes. En una encuesta reciente efectuada entre maestros, más del 80% de ellos suscribieron la opinión de que la adolescencia es una fase de “gran perturbación afectiva” y más de la mitad pensaba que a esta edad el individuo “sufre un cambio completo en su personalidad”.
No puede sorprender que los mismos adolescentes comiencen a compartir esta opinión y a suponer que sus cambios de humor y su carácter turbulento son signos de una incipiente insania.

· Objeto de envidia
Resulta claro que “hablando psicológicamente” el adolescente está en un camino ascendente en el momento en que los adultos que cuidan de él se hallan en declinación. Esta básica distinción entre anabolismo y catabolismo provoca en el adulto, comprensiblemente, sentimientos de envidia por el vigor juvenil, la libertad, la frescura y la alegre despreocupación del adolescente. Esta envidia puede manifestarse en un constante menosprecio burlón ante la simplicidad, la torpeza y la inexperiencia mundana del joven. En el peor de los casos puede tomar la forma de actitudes altamente sádicas disimuladas detrás de rituales de iniciación.
· Objeto perdido
Muchos autores se han referido a la depresión que caracteriza a la primera parte de la adolescencia, cuando el joven retira su carga afectiva de sus objetos infantiles. Los hijos pierden a sus padres, pero estos también comienzan a perder a sus hijos, y la depresión que esto les ocasiona suele transformarse en una melancolía clínicamente seria. Los padres experimentan una sensación de vacío en el hogar y una ausencia de los objetivos que los habían motivado tan intensa y persistentemente durante la niñez de sus hijos.
Tal vez intentan desesperadamente recuperar el objeto perdido. Algunos padres hacen todo lo posible para impedir el alejamiento de sus hijos adolescentes, pues no llegan a convencerse de que esa pérdida es tan inevitable y casi tan irreversible como la muerte. Pueden presentarse como objetos aparentemente nuevos, disfrazados de compañeros de juego adolescente, pero el joven percibe fácilmente el viejo objeto en el nuevo y se esfuerza aún más por evadirse. Quizás intenten también vivir al mismo ritmo que los jóvenes, desgastándose en esa empresa, o bien logren impedir el ingreso de nuevos objetos, por lo menos por un tiempo.

    
 En nuestra sociedad, hay familias donde la educación sexual del varón consiste en que el padre le lleva a un prostíbulo para que se inicie sexualmente con una prostituta. En estas circunstancias el joven recibe el mensaje de "debes tener una experiencia sexual, no es necesario el afecto ni la relación con la persona con la que estás; lo importante es que aprendas, sin importar si amas o satisfaces a tu pareja sexualmente". Estos jóvenes aprenden que hay dos tipos de mujeres: "la mujer con la que se disfruta el sexo" y "la mujer con la que se casa y se tiene los hijos".

En otros hogares se da a los hijos varones el mensaje de "ten cuanta experiencia sexual puedas". Este mensaje es el principio que rige muchas conductas sexuales de los jóvenes en nuestra sociedad: sexualmente agresivos, muy poco selectivos en su pareja sexual, conquistadores sexuales no afectivos. Con esta educación, la relación hombre-mujer se convierte en una relación de "sometedor-sometida", "victimizador-víctima", agresor-objeto". Estamos estimulando "la guerra de los sexos" que nos llevará a romper con el concepto básico de familia.

En conclusión, en la familia se pueden aprender muchos aspectos de la sexualidad que tienen que ver con las relaciones físico-afectivas y con los papeles sexuales. Los padres, reflejan en sus hijos los papeles sexuales y los tabúes sexuales existentes en la sociedad, que no necesariamente nos van a servir para crear una relación hombre-mujer positiva.

CHICUELOS Y CHICUELAS DEMOSLE SOLUCION A ESTOS PROBLEMAS....

HIGIENE MENTAL
La adolescencia es un periodo crítico del ciclo de la vida, y como todos los periodos críticos está llenos de cambios (cambios del cuerpo, de la forma de pensar, emocionales...), de inseguridades (ansiedad sobre su futuro, sobre las vicisitudes de su desarrollo,...), desequilibrios entre aspiraciones y oportunidades (en el terreno afectivo, sexual, académico, laboral,...) y presiones (de los padres, de sus coetáneos, de la sociedad de consumo,...). La percepción del mundo del adolescente ya no es la de la infancia pero tampoco es la de un adulto, y tiende a cambiar dependiendo del estado emocional en el que se encuentre, viendo todo o blanco o negro. Asimismo, es muy influenciable por el ambiente escolar y el grupo de compañeros al que pertenece. Por ello, el adolescente es particularmente sensible a los problemas relacionados con la salud mental (de desarrollo, emocionales, de conducta,...).
El adolescente que se auto valora y se siente apreciado por lo que es, y aceptado y amado sin condiciones tiene menos probabilidades de padecer problemas mentales que el que vive bajo condiciones familiares de indiferencia, de carencia de afecto o de ausencia de modelos adultos equilibrados.
Es importante ayudar a los adolescentes a aprender los múltiples mecanismos psicológicos de adaptación y las estrategias de defensa que les van a ayudar a vivir, a relacionarse de forma satisfactoria y a desarrollar todas sus potencialidades. La capacidad de adaptación no sólo permitirá al adolescente aclimatarse a situaciones novedosas, de mayor o menor riesgo, sino que le motivará a perseguir metas posibles y a recuperarse emocionalmente de las  circunstancias más espinosas que viva. El adolescente que es consciente de sus emociones le resulta más sencillo evaluar la situación en la que se encuentra, modular sus sentimientos y subordinar sus impulsos a las metas que se propone, aumentando las probabilidades de alcanzarlas
Se educa para una buena higiene mental con lo cotidiano (lo que se hace todos los días), con el modelado (las figuras adultas de referencia son modelos de comportamiento) y en un proceso de moldeamiento (sin cambios bruscos, poco a poco).
 
       
PROBLEMAS EMOCIONALES
Son muchos los problemas emocionales que afectan a los adolescentes por lo que debemos estar informados y saber como ayudarles en esta etapa de la vida.
Adolescentes: especialmente sensibles
La adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por el cúmulo de cambios que se producen.
A los adolescentes no solo les afectan los cambios físicos pues también hay cambios importantes a nivel de desarrollo emocional y mental.
Sus cerebros funcionan de una forma acelerada, tienen que asumir los cambios que se están produciendo en su cuerpo y en sus vidas y a veces sienten que nadie les puede entender.
No es fácil ser adolescente pero tampoco es fácil ser padres de un adolescente.
Ellos están con la sensibilidad a flor de piel y, a veces, los padres perdemos un poco la paciencia y olvidamos que nosotros, en su momento, también tuvimos esas vivencias y nos sentíamos tan perdidos como ellos.
Algunos de los problemas emocionales más frecuentes
Los cambios físicos en los adolescentes son evidentes pero los emocionales tal vez nos pasen más desapercibidos.
Puede que les invada la tristeza, que sientan ganas de llorar, que estén más rebeldes de lo normal.
Estos son algunos de los problemas emocionales por los que puede pasar un adolescente:
·         Problemas de autoestima: en ocasiones si los adolescentes reciben muchas críticas ya sea de sus padres o de otros compañeros puede instalarse en ellos la idea de que no sirven para nada, de que todo lo hacen mal.
·         Depresión: las señales de que un adolescente esta sufriendo una depresión son diferentes de las de los adultos. Debemos estar atentos a sus reacciones y su comportamiento. Fijarnos si esta más irritable de lo habitual, más triste o incluso si se expone a actividades de riesgo.
·         Anorexia o bulimia: estos problemas se generan en la mente de los adolescentes, no les gusta su cuerpo, piensan que están muy pasados de peso y quieren perderlo a toda costa.
·         Timidez excesiva: el exceso de timidez puede causar a los adolescentes problemas para relacionarse con normalidad con sus compañeros y con los adultos.
·         Trastornos de ansiedad: causados por miedos o fobias ante algunas situaciones.
·         Estrés: es uno de los grandes problemas de los adolescentes. Son muchas las causas que les pueden provocar el estrés. Lo que los padres les exigimos, el tomar las decisiones adecuadas en lo referente a los estudios, ser aceptados por el grupo de amigos, etc.
·         Es muy importante que los adultos estemos atentos a los cambios en la actitud, en el comportamiento de los adolescentes.
En esta etapa difícil, llena de cambios, ellos han de saber que los adultos estamos dispuestos a ofrecerles toda la ayuda y el apoyo que necesiten, han de entender que no somos el enemigo y que todos esos problemas emocionales por los que se pueden ver afectados tienen solución.


PROBLEMAS DE RELACION
Durante su proceso de desarrollo del niño es natural que busque modelos; es decir, personas o imágenes con las que se identifique. El anhelo natural del adolescente por tener héroes, ideales y sueños servirá de ayuda para proporcionarle un adecuado sentido de los modelos.

Problemas que pueden presentar adolescentes con escasos modelos de identificación:
*Se organiza mal, tanto en ideas como en comportamiento. Puede ser desaliñado en su persona y en sus cosas. Suele tener su habitación hecha un desastre.
*Confunde lo bueno y lo malo.
*Le cuesta decidirse a hacer o decir algo.
*Responde a las instrucciones que se le dan de modo confuso o rebelde.
*Se muestra inseguro en los métodos y en los objetivos que elige cuando trabaja en equipo. Solicita continuamente instrucciones y suele insistir en que sólo hay una manera de hacer las cosas.
Cómo relacionarse con el adolescente que carece de modelos. Recuerde que usted es un modelo básico para su hijo adolescente, sea un buen ejemplo, acorde con sus creencias.
*Ayúdelo a entender bien aquellas cosas en las que cree.
*Hable con él de su escala de valores. Y si le pregunta él a usted por sus creencias, háblele honradamente.
*Haga que se proponga objetivos de comportamiento y aprendizaje que sean realistas.
*Que razone los pasos que debe dar para conseguir sus objetivos. Que decida que debe aprender y en qué medida debe hacerlo.
*Qué afronte las consecuencias de su comportamiento. Deje bien clara la relación causa-efecto en lo que se refiere a su comportamiento y a las consecuencias del mismo.
*Ayúdelo a que entienda cómo puede realizar sus tareas. Dígale las cosas claras y demuéstreselo si es necesario.
*Haga un esfuerzo para entender las condiciones que influyen en su comportamiento. Un adolescente que carece de modelos para identificación presenta problemas para relacionarse con su mundo, con otras personas, e incluso, consigo mismo.
Pueden descubrirse problemas de relaciones si se presenta alguno de los siguientes comportamientos:
*No puede comunicarse con facilidad, es incapaz de escuchar a los demás y comprender sus puntos de vista.
*Es tímido, tiene pocos o ningún amigo y elude de forma activa las situaciones sociales; es poco consciente de los intereses o necesidades de los demás.
*Habla negativamente de la familia, de su raza o grupo étnico.
*Rara vez o nunca se ofrece para ayudar a los demás.
*No cae bien a sus compañeros.
*Resulta incómodo a los adultos o, por el contrario, intenta captar su atención continuamente.
*Quiere ser siempre el centro de todo y/o constantemente intenta atraer hacia sí la atención de los demás.
*Tiene dificultades para expresar sus ideas y sentimientos de manera directa y para pedir lo que necesita. Le molesta tocar a los demás o que le toquen.
Con un adolescente que presenta escasas relaciones debe relacionarse del siguiente modo:
*Preste atención a su hijo cuando le necesite.
*Demuestre afecto en lo que usted diga o haga.
*Elógiele de manera concreta.
*Demuéstrele su aprobación cuando se relacione bien con los demás.
*Respete sus amistades dándole la oportunidad de que las reciba en casa y demuéstrele que usted las aprueba.
*Comparta sus sentimientos con él, que vea cómo le afectan las cosas.
*Comparta intereses, aficiones y algunas de sus preocupaciones con el adolescente.
*Haga de cuando en cuando algo especial que satisfaga sus intereses o necesidades particulares.
*Pase algún tiempo solo con él, sin que las necesidades de otros miembros de la familia le sirvan de distracción.
Como punto final: escuche, siga atento las conversaciones con su adolescente, no reacciones hasta que él no haya terminado, probablemente aprenda cosas nuevas sobre él y es probable que se dé cuenta que el adolescente se siente más valorado cuando se le escucha atentamente. Un adolescente que es escuchado, es un Ser Humano.
  

PROBLEMAS DE AUTORIDAD
Los adolescentes se tienen que enfrentar permanentemente al enjuiciamiento que hacen de ellos sus padres y adultos. Sus comportamientos y actitudes están siempre bajo la mirada de quienes los rodean. También los padres son evaluados por otros; la adolescencia de los hijos suele coincidir con momentos críticos de la pareja, uno de los cuales es el ejercicio de la autoridad, la cual sufre un debilitamiento; primero, porque el joven ya no es más un niño sumiso, y segundo, porque los padres se enfrentan con sujetos que están confrontando los valores que se les transmitieron con la realidad.

En el ejercicio de la autoridad se pone en juego algo muy importante: si desde niños a los hijos no se les ha transmitido un respeto por la autoridad, en la adolescencia difícilmente ellos respetarán a sus padres, maestros y demás figuras de autoridad, y sus relaciones con la ley y las normas serán más complicadas. Pero hay que tener en cuenta aquí un hecho que es crucial, y es que un padre de familia puede transmitir un respeto por la autoridad sólo cuando él mismo también da muestras de respetar y hacer respetar a la autoridad y a la ley.

Muy fácilmente un padre puede dejar de ser respetado por sus hijos en su autoridad, y en la adolescencia este es un asunto crítico, debido a que el joven es un sujeto que ya hace rato ha abierto los ojos al mundo y se ha dado cuenta de cómo se comportan sus padres y los adultos. Los niños tienden más bien a creer ciegamente en sus papás, en lo que ellos saben, dicen o hacen.
 Pero a medida que los hijos crecen, estos van comprendiendo que sus padres no lo saben todo ni lo pueden todo. Y si a esto se suma el hecho de que el padre es un trasgresor de la ley o alguien que no respeta a la autoridad, incluyendo la suya propia -como por ejemplo, el padre que ordena a sus hijos que lleguen temprano a la casa cuando él mismo es quien llegar tarde-, entonces fácilmente el hijo adolescente le pierde el respeto -como se le pierde al padre alcohólico, drogadicto, mantenido o patán-; es así como empiezan los problemas de autoridad con los hijos en el hogar.

        


ADAPTACION SOCIAL
EL DESARROLLO SOCIAL DEL ADOLESCENTE:
   En la adolescencia los espacios donde son posibles las interacciones sociales se expanden, mientras que se debilita la referencia familiar.  La emancipación respecto a la familia no se produce por igual en todos los adolescentes;  la vivencia de esta situación va a depender mucho de las prácticas imperantes en la familia.  Junto a los deseos de independencia, el adolescente sigue con una enorme demanda de afecto y cariño por parte de sus padres, y estos a su vez continúan ejerciendo una influencia notable sobre sus hijos.
        
         En nuestra sociedad se está produciendo cada vez más un aplazamiento de las responsabilidades sociales y la adquisición de la propia independencia.  Algunos adultos continúan siendo eternamente adolescentes: se habla del síndrome de “perpetua adolescencia”, con sentimientos de inferioridad, irresponsabilidad, ansiedad, egocentrismo,...

 El grupo de compañeros: Paralelamente a la emancipación de la familia  el adolescente establece lazos más estrechos con el grupo de compañeros.  Estos lazos suelen tener un curso típico:  primero es la pandilla de un solo sexo, más tarde se fusionan con las pandillas de distinto sexo, y al final se acaban consolidando las relaciones de pareja.

         Por lo general el adolescente observa el criterio de los padres en materias que atañan a su futuro, mientras que sigue más el consejo de sus compañeros en opciones de presente.

 SOCIABILIDAD DEL ADOLESCENTE:

         Con el desarrollo de la sociabilidad llegamos a un tema que se centra plenamente en la problemática de la psicología social.

         La sociabilidad se manifiesta en la búsqueda de un socius, de un compañero; o también por la integración en un grupo.  Dos aspectos generalmente enmarcados en el campo de la psicología social son las relaciones individuales por una parte, y el grupo por otra.   Pero para poder vivir las relaciones interpersonales, para poder integrarse en un grupo se precisa una condición previa:  El deseo de la persona y su aptitud para vivir con otro.  Esta aptitud no es algo innato, sino que varía a lo largo del desarrollo.

         La sociabilidad es la capacidad, la aptitud que permite al individuo vivir con los otros y en grupo, y es fruto de comprensión hacia el otro, de posibilidad de simpatía y empatía.

         A partir de los 8 años es lo “extremo de la personalidad” lo que motiva las simpatías.  Desde los 10 años las motivaciones tienen en cuenta preferentemente la conducta del individuo frente al grupo (por ejemplo ser buen compañero).  A partir de los 11-13 años la elección de compañeros se basa sobretodo en aspectos individuales del carácter.  La simpatía en el momento de la adolescencia se dirige cada vez más hacia la personalidad total del otro;  y tiene en cuenta, sobretodo, las cualidades afectivas del otro.

         Con el desarrollo de la madurez las posibilidades asociativas se multiplican, y las relaciones sociales se descubren mejor.   El adolescente no sólo tiene la necesidad de encontrar un amigo, sino, que de hecho se hace capaz de vivir la amistad dado que tiene la capacidad de sociabilidad. 

         En la  sensibilidad social se distingue entre: sensibilidad ante la persona, y la sensibilidad a las normas del grupo.  Son estos dos aspectos los que se manifiestan en las relaciones con los otros, como más característicos en la adolescencia.

ð        La amistad:

         Las amistades juegan un doble papel en la adolescencia: 
-         En el desarrollo de la personalidad, reforzando el “yo”.
-         En el proceso de socialización.

         Es la primera vez que se establece una relación no-biológica y no-institucional con el otro.